En general, no es fácil tener un apellido extranjero cuando vives en otro país, como ya comenté en un artículo anterior. También vale para los alemanes en España, donde incluso apellidos alemanes comunes como Müller, Schmidt o Schneider se convierten en trabalenguas para los españoles. Yo conozco de sobra este problema porque tengo un apellido –incluso difícil para algunos alemanes– que da lugar a miradas incrédulas cuando me presento y sigue siendo difícil de pronunciar para amigos y familiares. Claro que una “H” inicial aspirada, seguida de una vocal modificada con diéresis y la combinación de letras “ch”, que en español se pronuncia completamente diferente, asustan a cualquier español que se tropieza por primera vez con mi apellido. ¿Qué hago? Con el tiempo he desarrollado diferentes tácticas:
- Cuando no me importa como me llamen (por ejemplo, al reservar una mesa en un local), le mango el apellido a mi mujer y reservo bajo el nombre de “Andrés Lozano”, como si fuera un famosillo.
- Si quiero que se escriba bien mi apellido o que lo encuentren en una base de datos, suelo decir “Ochemer con ‘H’”, sacrificando habitualmente la diéresis de la “o”. Y es que los españoles pronuncian mi apellido así.
- En los demás casos me pongo directamente a deletrear – con diéresis y pelos y señales.
Por cierto, la familia de mi mujer ha tenido la ocurrencia graciosa de cambiar mi apellido a “Josema”, ya que opina que es lo que más se asemeja a la pronunciación correcta. ¿Qué anécdotas debéis vosotros a vuestro nombre o apellido?
Cuando digo mi apellido, Sampedro, muy español, siempre tengo que decir “con m y todo junto” y aún así lo escriben con “n” y separado. Pero tengo la anécdota de una amiga que al presentar una denuncia, ante la pregunta del funcionario: “¿nombre?”, ella contestó: “Lafuente, todo junto” y el funcionario escribió “Lafuente Todojunto”.
Gracias, María. Me alegra saber que no solo es cosa de “guiris”… Hay gente con mucha imaginación (o mal oído)… a saber en cuantos sitios me hayan apuntado como “André Ochemer Conache”
¿cosa de guiris? ni hablar. toda una infancia con mi nombre en Murcia demuestra lo contrario. de hecho, mis amigos murcianos siguen sin pronunciar bien mi nombre, que para ellos es “icía”. cuando necesitan mi nombre, yo deletreo directamente. aunque me da lo mismo, la gente se lía igual. si no lo necesitan, doy el de mi madre. lo más gracioso es que, cuando llegan a mi apellido (hernández), como van con el chip de lo difícil, hay quien me dice: “¿así, como suena?”. me gusta lo de André Josema 🙂 es muy castizo.
Claro, acostumbrados a hablar “mal”, los murcianos no se fían ni de su propia comprensión auditiva. Por cierto, también dicen que mi nombre es la versión murciana de “Andrés”, es decir Andräää…
Recuerdo que había un jugador de fútbol argentino que se llamaba, literalmente Juan Eduardo Esnáider, lo que da a entender varias cosas:
– Su nombre viene claramente del alemán (Schneider)
– Pasó a escribirse como sonaba o podía pronunciar un argentino.
– La españolización trajo consigo el acento por llana acabada en r.
– Seguramente en Argentina, por su tipo de pronunciación, ni siquiera dicen la s (Ennaider).
Ah, ¿entonces tal vez se llamara Hans Eduard Schneider?, jaja. Pues sí, suscribo tus conclusiones, Miguel…
Depende de la zona de Argentina con el tema de la S, aunque sí que es verdad que no es TAN marcada como en algunas zonas de España. (te lo digo, que vengo de allí; así que digamos que no tengo ‘patria de acento’, tengo una mezcla).
Y sobre los apellidos alemanes/austriacos… no sé, mi padre se apellida Draschkowitsch de segundo apellido (aunque dicen que su abuelo tuvo que recortar el apellido al llegar a Argentina… tela) y siempre me hace gracia cuando va a algún sitio y tiene que enseñar el D.N.I. o decir su nombre. Nunca lo saben pronunciar y siempre acaba deletreándolo.
Yo, aunque me llamo José Juan, en instancias oficiales, en conversaciones breves, en primeras presentaciones, me lo cambian a Juan José. Debe de ser un caso muy contagioso de dislexia, porque me ha pasado toda la vida. Desde que voy de guays y me hago llamar Jota ;), cuando escribo un email en una empresa extranjera, siempre tengo la impresión de que me toman por chica. Por último, aclarar que mi segundo apellido es Galiana, no Galliano, como John Gallianooooorrrrrr, ya desde pequeño inclinado a la mamarrachez y la espantajería, de mayor nazi y borrachín. Muy buena ocasión para recuperar esta parodia:
http://muchachadanui.rtve.es/celebrities-john-galliano.html?cp=2
Yo es que me meo de risa cada vez que la veo, y ahora, más aún.
Buen fin de semana.
Hola, Jota, no tengo el gusto. Ahora me acabo de acordar de que a mí, muchas veces, me llaman Miguel Ángel. Pero, ¿por qué? “Ah, pero será Miguel Ángel, ¿no?” “Y tú eres Víctor, Víctor Ángel, ¿no?” De pequeño solía cedir Miguelasecas; de mayor, como nos volvemos más ácidos, cuando por teléfono quieren hablar con don Miguel Ángel Sánchez, simplemente digo que ahí no vive ningún Miguel Ángel Sánchez (es que suelen ser los de Vodafone, Orange y su p… madre).
Hay nombres combinados como “Juan José”, “Miguel Ángel”, “José María”, etc., a la que la gente (sobre todo mayor) se ha acostumbrado tanto que ya no concibe que se trata de varios nombres juntados que perfectamente se pueden usar por separado.
Como anédocta acerca de mi nombre: algunos me toman por francés o me llaman Andrés/Andreu o incluso intentan “corregirme” diciendo: bueno, ¿pero en alemán no debería ser “Andreas”?
Vuelvo a contestar a otro comentario, que a mi madre también le pasa 😛 Se llama Mabel, pero todo el mundo creo que es de María Isabel, o de Maribel; pero no.
Bueno, vaya…. y mi hermana también tiene historia. Es la primera con ese nombre en Argentina (aunque ahora hay más): se llama Josela, apodada Pepela por un amigo.
Suscribo lo del Miguel Angel, yo en vez de a secas, también he dicho muchas veces Miguel y punto….De hecho en algunos correos tenía puesto “Miguel .” como nombre…
Vosotros os quejais, pero tened un apellido con eñe en el extranjero…se lo pasan teta…y no se porque los anglosajones se empeñan en decir Migüel y pronunciar la u…Al final terminan llamandome Mike…
Muchas gracias por comentar tu caso, “Mike-Angel”.
Y sí, llevar una “ñ” en el apellido en el extranjero suena peor que mi “diéresis” en la “o”…
¡Saludos!
Gracias, Jota Eme Ge (para faculitar las cosas, jeje). ¡Buen fin de semana también para ti!