Qwerty que te quiero qwerty

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¿La palabra “qwerty” os resulta incomprensible y, a la vez, sospechosamente familiar? Por supuesto, porque la forman las primeras seis letras en la fila superior de un teclado de ordenador español común, que, por lo tanto, se suele denominar “teclado QWERTY”. Surgió en 1868, cuando el inventor norteamericano Christopher Sholes cambió el orden de letras, hasta entonces alfabético, de acuerdo con criterios ergonómicos –es decir, para facilitar el uso del teclado–, y lo patentó. Este sistema se ha mantenido hasta hoy en día y caracteriza, entre otros, también el teclado español. En otros países de la Europa Oriental y la Europa Central, como Alemania, Suiza, etc. se usa el llamado “teclado QWERTZ”.

Claro que el intercambio de posiciones de la “Z” y la “Y”, que se debe a la frecuencia de uso de ambas letras, no es la única diferencia entre los teclados alemanes y españoles, ya que las características de cada idiomas también han influido en la técnica: Por lo tanto, los teclados españoles naturalmente cuentan con la letra “ñ”, además de con la letra “ç” (“ce cedilla”, una “c” con una virgulilla) que se usa en lenguas romanas como el portugués, el francés y el catalán. En su lugar, el teclado alemán incluye las vocales modificadas (“Umlaute”) “Ö”, “Ü” y “Ä”. Si bien también existen palabras españoles que se escriben con “ü”, por ejemplo „pingüino“, en este caso no se trata de una letra propia como en alemán, sino de una “u” con diéresis (¨). En consecuencia, la tecla de la diéresis nos sirve a todos los que escribimos en alemán con un teclado español, para conseguir las vocales modificadas y escribir, por ejemplo, el apellido popular “Höchemer”. Otras diferencias son los signos ¿ y ¡ en el teclado español o, en su variante alemana, el signo de sección § y la letra típica de la lengua alemana, la “ß” (“Eszett”), sobre la que ya escribí un artículo propio.

Todas estas particularidades de los teclados respectivos nos obligan a recurrir a ciertos trucos para poder escribir en alemán en un teclado español, y viceversa. Para ello, Microsoft Office ofrece la opción del menú “Insertar” → “Símbolo”. Sin embargo, más fácil y más práctico –sobre todo si uno usa ciertos símbolos o letras/caracteres especiales con mucha frecuencia– es asignarles teclas abreviadas. Lo mejor es combinar una tecla modificadora (Alt, Alt Gr, Shift, Strg) con una tecla de letra que se puede asociar con el carácter especial, para recordar fácilmente la combinación de teclas en el futuro. Como ejemplo, se puede asignar la combinación de “Alt + N“ a la “ñ”, y la combinación “Alt + S” a la “ß”. El resto es cuestión de acostumbrarse…

13 Comentarios

  1. Ich arbeite mit einer QWERTZ-Tastatur. Neben dem Bildschirm an der Wand hängt mir schon ewig eine kleine Aufstellung der Alt + Ziffernkombination (z. B. Alt + 0161 für ¡), wobei die Ziffern auf dem nummerischen Block getippt werden (glaube ich zumindest, ich mache es jedenfalls so).

    Insgesamt habe ich dort 14 Kombinationen für Spanisch hängen – ich habe es noch immer nicht geschafft, die alle mal auswendig zu lernen und muss doch häufiger raufschauen. Tja, das Alter! 😉

    Deinen Tipp probiere ich mal aus! ¡Gracias! (wieder mit ALT + 0161) :-))

  2. También está mi “querido” amigo “Azerty” (Francia/Bélgica, no sé si en algún sitio más). Yo trabajo con un Qwerty pero hay ciertos programas que están hechos para “Azerty” y no hay manera de utilizar “qwerty” con ellos y al final me he acotumbrado a teclear “blind” en los dos teclados pero al principio fue una locura.
    Yo recomiendo a todo el mundo, como tu dices, a utilizar los atajos de teclado.
    Viele Grüß(Alt+225)e aus Belgien.

    • Buenos días, Isabel:
      Muchas gracias por tu comentario. Cierto, me dejé el “Azerty” en el tintero, más que nada, porque no lo he usado nunca. Tienes razón, al final nos buscamos la vida y trabajamos con lo que tenemos a mano. Eso sí: aprovéchate de los atajos de teclado, que son lo que dice su nombre – atajos para ahorrar tiempo y esfuerzo…
      Saludos desde Valencia, André

  3. ¡Ah, no! El teclado QWERTY no se inventó para hacer la escritura más ergonómica, sino todo lo contrario: para que no se teclease demasiado rápido. Las máquinas de escribir del año de la pera tenían problemas para que los tipos volviesen rápidamente a su posición original y las varillas de metal se solían liar cuando se tecleaba demasiado rápido, sobre todo cuando se pulsaban en rápida sucesión dos varillas contiguas. Los pares de letras más frecuentes (por ejemplo H y E, en inglés) se separaron. Así que el QWERTY servía a la máquina, no al escritor/a. Hoy sería mucho mejor cambiar de diseño, pero nos hemos quedado atascados con lo que hay, no nos libramos del legado.
    Pero si alguien lo desease podría personalizar el teclado de su ordenador para hacerlo ergonómico de verdad: Las vocales en el centro, alrededor las teclas con las consonantes que más se usan (N, D, S, L, M…) y en los bordes las letras como la X, Y y la Z. Sería un buen dispositivo antirrobo, pero ¿quién es el guapo que se pone a ello? Yo no, lo reconozco.

  4. Hola André,

    se te ha olvidado mencionar una gran diferencia entre el teclado alemán y español. Además de la existencia de algunas letras diferentes y sus posiciones, resulta que cuando en un teclado español se pusa el “BLOQ MAYÚS”, solamente las letras cambian a mayúscula, los signos de puntuación siguen siendo los inferiores en cada tecla; sin embargo, en un teclado alemán, al tener activado el bloqueo de mayúsculas y pulsar la tecla de la coma “,” nos aparecería el punto y coma “;”… me explico? Lo de las diferentes letras, no me importa, pero esto es algo a lo que no me acabo de acostumbrar, así que para programar uso teclado español y para escribir en alemán teclado alemán, jeje (Windows facilita la vida muchísimo y pulsando “Windows + Espacio” puedes saltar de un teclado a otro en un plis, eso si, hay que instalarlos primero) Un saludo!!!

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